Los coches de alta tecnología consumen muchísima electricidad y por ese motivo este tipo de vehículos con un motor de combustión suelen incluir dos baterías: una batería convencional de arranque de 12 voltios y una batería auxiliar. Las baterías auxiliares garantizan que las prestaciones de confort, los dispositivos de seguridad y las funciones de ahorro de combustible funcionen perfectamente. Son baterías construídas con tecnología AGM.